Geodesia
La Geodesia es una de las ciencias menos conocidas por la gran mayoría de las personas y sin embargo una de las más importantes y que más beneficios nos proporciona en nuestra vida cotidiana. En nuestra casa, en las carreteras por donde viajamos, en los vuelos que nos llevan de vacaciones, en la televisión que vemos y hasta en la comida que nos llevamos a la boca hay una huella de la Geodesia que sin la cual estas cosas habrían sido más difíciles e incluso imposibles en algunos casos.
Pero, ¿por qué aparece su nombre casi siempre ligado a la Cartografía? Pues con razón pues allí está su origen. Desde tiempos remotos el hombre trato de cartografiar nuestro planeta pero para lograrlo descubrió que primero tenía que medirlo. Así surgieron la Agrimensura mayoritariamente manual y luego vino la Topografía cuando empezó a descubrir instrumentos que facilitaban estas mediciones. Pero con la expansión de los territorios y el desarrollo de la humanidad el hombre no tardaría en darse cuenta que la Tierra no era plana como pensaban los filósofos de la antigüedad sino redonda y ahí surgió un gran problema ¿Cómo representar una superficie curva en un mapa que seguía siendo plano?
Lo que puso a pensar a Físicos y Matemáticos que no tardarían en dar lugar al nacimiento de una nueva ciencia, la Geodesia, como su nombre lo indica “Geo” que significa Tierra y “Desia” que significa descripción, se encargaría de describir la Tierra tal y como era y encontrar la forma de reducir al máximo los errores que se introducían en las mediciones a causa de la curvatura terrestre.
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Los topógrafos y agrimensores median la tierra considerándola plana, pero los geodestas calculaban matemáticamente la relación existente entre los ángulos y las distancias medidas a fin de calcular alturas y áreas con la gran exactitud y con la menor deformación posible. Con la Geodesia surgieron las proyecciones cartográficas. Al meter a la Tierra imaginariamente en un cono, un cilindro o tal vez proyectarla sobre un plano surgirían los sistemas de coordenadas que hoy conocemos dándole a cada objeto un sitio exacto de ubicación sobre la superficie terrestre. Pero lo cierto es que ni la Tierra podía ser metida en un cono, ni las coordenadas existían en realidad. De ahí surgió la necesidad de crear puntos geodésicos a partir de los cuales se realizarían las mediciones. Hoy existen millones de estos puntos con coordenadas conocidas diseminados por todo el planeta, tantos que nadie se ha atrevido a contar. Con frecuencia vemos a los geodestas colocar unos trípodes amarillos con un instrumento óptico encima y medir. ¿Pero si hay tantos puntos para que medir más? |
Es cierto, hay muchos puntos, pero jamás serán suficientes. Cada objeto nuevo que llega al terreno, Ya sea los cimientos para construir nuestra casa, un puente para cruzar un río y llegar por carretera hasta ella, la pista donde va a despegar el avión que nos llevará a Punta Cana de vacaciones, la torre de televisión que hace posible las emisiones que vemos cómodamente desde la habitación de nuestro hotel, o la presa de donde salió el agua para regar las papas que estoy comiendo, tuvieron que ser replanteados, es decir ubicados en su sitio con ayuda de la Geodesia.
La Geodesia, como el resto de las ciencias también tuvo sus inicios difíciles y sus etapas de esplendor. Al principio para llevar el terreno al mapa se usaban unos instrumentos ópticos llamados Teodolitos con ayuda de los cuales se median ángulos y distancias, también los niveles a través de los cuales se median las alturas. Instrumentos que el hombre fue perfeccionado a medida que pasaron los tiempos.
Brigadas completas trabajaban de sol a sol, midiendo kilómetros y kilómetros, a veces incluso con incomodas cintas métricas. Y calculando después horas y horas unas tablas que no siempre cerraban como esperaban dándoles la amarga noticia que debían volver al campo.
A veces era necesario cargar instrumentos pesados e incómodos de transportar como las Barras Paralácticas que permitían medir distancias trigonométricamente. Más que para una medición parecía que se iba a una guerra. Y aunque cueste decirlo las guerras también contribuyeron a dar su impulso a la Geodesia. Conocer las coordenadas exactas del enemigo incluso hoy sigue siendo vital en las contiendas bélicas.
Pero el tiempo pasó y con el descubrimiento del rayo láser y la aparición de los satélites en el cosmos la Geodesia dio un vuelco total para terminar por último cayendo rendida a los pies de las computadoras.
Aquellos antiguos teodolitos en cuyo interior solo había lentes y metal pasaron a convertirse en los modernos instrumentos que hoy disfrutamos que más se asemejan a un robot que a un equipo de medición, un robot inteligente que busca solo al único miembro que quedó de la brigada, los hombres pasaron a ser prismas, las cintas métricas rayos láser o infrarrojos, las libretas de anotaciones y las calculadoras se convirtieron en chips electrónicos cuya información fácilmente pasaba a la computadora en forma de mapa y hasta los puntos geodésicos dejaron de decirnos donde estábamos porque ahora las tres últimas letras del alfabeto venían desde el cosmos con la invención del GPS.
Todo cambió incluso los mustios colores grises y verde olivo de los instrumentos, dieron paso a alegres amarillos, anaranjados y verdes claro.
Pero ahí no terminó esta maravillosa carrera del la Geodesia por alcanzar el futuro, un reciente descubrimiento y cuyas pruebas prometen resultados jamás pensados resulto de la idea de escanear la superficie terrestre con un helicóptero. La aeronave envía a la tierra unas ondas que luego un receptor procesa dándonos un modelo tridimensional del terreno con todos sus detalles en cuestión de minutos en la pantalla del ordenador. Un mapa listo para imprimir y un nuevo mundo que se abre a lo que algunos ya han llamado Cartografía Tridimensional. Con el escaneado láser desde el aire un helicóptero tripulado por solo dos personas puede hacer en una hora el trabajo de 10 años de 5000 geodestas y cartógrafos.
Cabría preguntarse, ¿estarán dentro de unos años todos los instrumentos geodésicos en un museo y los nuevos geodestas estudiando aviación? En cualquier caso sirva este artículo para honrar a esta ciencia tan importante en nuestras vidas como se merece y evitar así que La Geodesia sea una de las ciencias menos conocidas por la gran mayoría de las personas.
